-
Arquitectos: Atelier Paralelo
- Área: 592 m²
- Año: 2013
-
Fotografías:Joana França
"(...) Uno de los aspectos más desoladores de nuestra época es la total destrucción de la conciencia de las personas, de todo lo que está ligado a una percepción consciente de lo bello". Andrei Tarkowski.
Para esta residencia de una jóven pareja, el deseo de una sutil confrontación con el terreno fue el aspecto más caro y perseguido. Esta confrontación ocurre en ambos sentidos, no solamente en una dirección, pero en paralelo al lote, en virtud de la inclinación diagonal de la topografía. Por lo tanto, surge la figura de un cuadro regulador en que, expandiéndose a la línea perpendicular al frente del lote, se llega a un eje que en la diagonal de las curvas del nivel, va soltando la casa lentamente del suelo, configurando el área íntima en la planta terreno y creando pilotes en la planta inferior.
El dificil contexto del paisaje delicado, pero apropiada para su ocupación, se articula a partir de ese cuadrado virtual que orienta a la casa para una mejor insolación y vistas, intentando no configurar los muros, pero sin usos diferentes, escalas de diferentes espacios.
Invertimos la lógica de la secuencia de sucesión de funciones: entrada social, sala de estar, comedor, balcón, área de ocio; para una llegada en el eje que lleva al núcleo de la casa, la cocina, frente al balcón, el comedor a la derecha y el escritorio a la izquierda, integrando la vida colectiva de la casa como había sugerido el propietario, desde donde puede verse o ser visto, desde las áreas de ocio y sociales.
De esta forma, el significado es claro para el visitante y el usuario cotidiano, la casa está abierta, sin guardar las entrañas ocultas.
Partiendo de los presupuestos inteligentes y abiertos de los propietarios, se hizo un área intima insinuada por altos techos cambiantes en prácticamente cada habitación y un rasgo que permite iluminación cenital y ventilación cruzada. Este rasgo oblicuo articula diferentes funciones que necesitan iluminación natural y ventilación, pero que se opone a la necesaria privacidad y control luminoso en las habitaciones. Así mismo, se genera una iluminación en el closet de la pareja, iluminación y la ventilación en la suite de la hija, iluminación y ventilación en el escritorio. Sigue y pasa por el balcón techado, y es el límite de la sala iluminando el comedor.
En ese zigzagueo que gira el cuerpo edificado de la casa, se articula un deck de madera que hace la transición de las funciones sociales para la zona de ocio, el suelo, en el nivel del suelo, es ahora cortado, ahora entierrado, trabajando con terraplenes que acaban en una piscina aún no construida y de ahí al bosquecillo de ribera de flujo intermitente. Hace que el límite entre lo edificado y lo natural sea de manera asertiva, con piedra, con hormigón. Así mismo, de pie en el suelo, el sujeto puede divisar y contemplar el bosque, o campo limpio.
Por lo tanto, en esos momentos de intimidad, de ascensión, los sucesivos descensos del terreno, en el paisaje horizontal y la amplia meseta, en el pequeño frente montañoso, el sujeto hace sus espacios, decidiendo que escala buscará para adecuarse a su estado de ánimo.
